Leche de almendras

Beneficios y preparación de la leche de almendras

por carlota elena guerrero

La leche de almendras puede reemplazar a la leche de vaca en casos de tos con flema. Los productos lácteos provocan una acumulación de humedades en el sistema respiratorio que luego se transforman en flemas. Las almendras, por el contrario, tienen la virtud de disolver las mucosidades y metabolizar la humedad.
Es ideal para los bebés, enfermos del sistema respiratorio y también para las mujeres con tendencia a la osteoporosis ya que aporta grandes cantidades de calcio.
También es rica en otros minerales importantes como fósforo, hierro y magnesio. Contiene varios oligoelementos y vitaminas de calidad.

Cómo preparar la leche de almendras
Se pueden usar almendras peladas o con cutícula, pero es importante que sean naturales y nunca fritas o tostadas.
Remojar una taza de almendras en el doble de agua. Dejar reposar toda la noche.
Al día siguiente tiraremos ese agua, colocaremos las almendras en la licuadora y añadiremos 3 tazas de agua pura (mejor si es de manantial). Licuar bastante hasta que la almendra quede completamente disuelta en el agua. Filtrar con un colador al que le habremos colocado una tela para que filtre mejor. Exprimir con la mano limpia la parte sólida.
Volver a colocar en la licuadora la pasta de almendra que quedó luego de filtrar. Añadirle una nueva taza de agua limpia y licuar nuevamente. Veremos que el residuo seco vuelve a entregar un poco más de leche. Filtraremos nuevamente exprimiendo la pasta sólida para extraer hasta la última gota de leche.
Ya está lista para beber.
No se debe hervir. Se puede calentar un poco si se desea, pero hasta una temperatura que no queme si se toca con el dedo.
Se puede endulzar con miel de abejas, de caña, melaza, sirope, estevia, etc. o se puede tomar sin endulzar ya que tiene un sabor sumamente agradable.